martes, 3 de julio de 2012

Viajar, conocer, disfrutar, volver

Londres, Liverpool, París, Florencia y Roma.
La idea de este post no es hablar de mis vacaciones de este año. Sino de lo que le produce a uno el hecho de hacer un viaje desubicadamente groso.
Cuando armamos el itinerario, lo hicimos diciendo "Este es EL VIAJE"; pensando en que nuestro presupuesto no daba para pensar en otros futuros paseos por el mundo.
No habíamos llegado a París que ya estábamos planeando el siguiente viaje como si fuésemos oligarcas. Es que una vez que estás allá, ves que no es tan imposible como parece. Mucho menos si no tenés hijos y llevás una vida ordenada; si a eso le sumás una capacidad de ahorro envidiable, listo.
Es que no es una locura, para nada. Te ponés a planear unas vacaciones "gasoleras" y te das cuenta.
El sur, imposible; la costa atlántica, tienen mierda en la cabeza con lo que te cobran; Brasil o el caribe, puede ser; pero ni se compara con conocer Europa.
Hay que ir, gente, una vez en la vida aunque sea hay que ir al viejo continente, observar, recorrer, caminar kilómetros y kilómetros diarios. ¿No te interesa la cultura ni querés ir a museos? No importa, mirá como viven, el orden, los modos de la gente; la amabilidad inglesa, el glamour parisino, la grasitud romana. Abrí bien los ojos y los oídos y llenate de eso que no te lo puede contar nadie (igual a un museo entrá, vale la pena).
Al regresar, pensamos que el próximo iba a ser a NYC. Pero pasan los meses y cada vez nos dan más ganas de volver a Europa. Quiero sentir Londres de vuelta, ir a ver al Liverpool de nuevo, seguir caminando París, que nos faltó un montón.
Nos quedó afuera Venecia y Milán, y hay que ir a Amsterdam y a Alemania y a Suiza y a Escocia, y.... Ven.
Es una bola de nieve que ahora es imparable. Antes de planear EL VIAJE, nunca pensé que conocería Europa; y ahora no concibo la idea de no volver pronto. Muy pronto.
La duda está en si volver a los lugares que más me gustaron o ir a todos lugares nuevos y desconocidos. Difícil decisión.
A lo que quiero llegar es que hacer un viaje importante te lleva a desear otros viajes importantes y hacerlo sin agencia de viajes de por medio te lo hace vivir de una manera especial. Y una vez ahí querés otro y otro. Y económicamente, es un esfuerzo que vale la pena.
Ojalá esta mierda del dolar y de hacerle la vida imposible al ciudadano se termine pronto. Nosotros, igual empezamos a planear todo. Las cosas se hacen con tiempo para que salgan bien.
Nos vemos allá...

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