martes, 28 de agosto de 2012

Nueva Fórmula

 
Una de las cosas más temidas a la hora de comprar un producto es observar la etiqueta y descubrir ese mensaje; Esas dos palabras salidas desde la mismísima pluma de Lucifer: “NUEVA FÓRMULA”.
Casi siempre viene acompañada de un nuevo logo y/o un nuevo envase y/o una nueva imagen y/o nuevos sabores/aromas. Todos trucos para enmascarar la verdad: la NUEVA FÓRMULA es peor que la vieja fórmula pero abarata costos de producción. Las nuevas formulas se cagan en el consumidor, le faltan el respeto, lo tratan de idiota. La “nueva fórmula” casi siempre viene con una campaña publicitaria que incluye gente feliz y chicas en bombachita.
La NUEVA FÓRMULA, salvo algunas excepciones siempre, siempre, siempre, SIEMPRE es peor que la anterior.
Uno compra el producto porque le da resultado, le gusta o le parece mejor que el de la competencia. O sea, uno lo compra por LA FÓRMULA. ¿Por qué deberíamos ver como algo positivo la RE-FORMULACIÓN? ¡NO! Quiero la vieja, gauchita, clásica y amada fórmula. La nueva es un reto. ¿Quiero gastar plata en testear la nueva fórmula? ¿Quiero arriesgarme a que no me guste? No sé. Siempre la cagan.
Para ser sinceros, no siempre este cambio trae aparejada una campaña publicitaria en todos los medios. A veces es solo el cartelito en la etiqueta y esto es peor porque si no lo ves al momento de tomar el producto de la góndola del supermercado… ya es tarde.
Me pasó con el Nesquik. Me preparé una taza, lo probé y noté que no era como siempre. Me lo tomé todo mientras pensaba en fechas de vencimiento y leches cortadas. Terminé y miré el envase. Si. Decía, ahí a traición pero orgullosamente “Nueva Fórmula”. Listo, cagamos. El reinado del terror del conejito ha terminado.
Otro caso fue el Head&Shoulders. Buen shampoo durante años. Impedía la caspa y dejaba el pelo limpio y brilloso. El último… pelo engrasado a las 6 horas y algo blanco en el hombro… ¿WTF?... Nueva Fórmula. Ta´madre…
De todas formas, hay algo peor que todos estos casos. Los que no avisan en absoluto. Van empeorando la combinación de elementos durante años, a nuestras espaldas y cuando nos damos cuenta, lo que comemos o tomamos, ya no es lo que era en un principio. Y ahí van las MELBA. Que solían ser grandes, oscuras y con un gustito a chocolate amarguito que mmmmhhh… Y ahora… Una porquería chiquitita y con cierto dejo del pasado glorioso pero nada más. ¡¿POR QUE?! ¿Para no subir el precio? ¿Para ahorrarse unos mangos? ¡¿A qué precio, Marge, A QUÉ PRECIO?! Cobramela más pero dame ese sabor inigualable.
Señores de Terrabusi, Bagley, Arcor, Unilever en general; aprendan de los grandes. COCA-COLA, fórmula sagrada; DRF iguales since 1889 (?); etc.
SKIP, ACE, ARIEL; esto también va para ustedes que se la pasan diciendo que lavan mejor porque mejoran constantemente la fórmula… Vamos, somos grandes… Es jabón en polvo, listo. Lava lo que lava y ya. No me vengan con nano-inteligencia al servicio del ama de casa.
Acuérdense, estén atentos, boicoteen las nuevas fórmulas de sus productos favoritos. Consumidores al poder.


martes, 21 de agosto de 2012

Isidoro Gomez

*SPOILER ALERT* Sino viste “El secreto de sus ojos” no sigas leyendo.

El actual gobierno que lleva adelante los destinos de nuestro país se ha caracterizado por no debatir ni permitir que se debata, por llamar “Facho” a todo aquel que no opine igual, exactamente igual, sin cambiar ni una coma; y por meter medidas de a poquito, semana a semana, día a día tal cual hicieron, y siguen haciendo con el dólar.

Primero pusieron un par de trabas, hubo un poco de confusión pero no parecía tan grave, entonces, más controles, y después un poco más y hoy un poco más y cuando te querés acordar, comprar moneda extranjera es casi imposible. Y para colmo, el discurso oficial no hace otra cosa que hacer sentir que la tenencia de dólares es más peligrosa que la tenencia de un kilo de merca en la puerta de una escuela.

Hablando de escuelas, ahora está todo esto de “La camporita“. En principio es educación política… No les enseñan las tablas bien pero quieren que voten. O quieren que espíen a sus compañeritos, a la seño, a papá, a mamá. Cualquier similitud con las juventudes hitlerianas son una exageración. ¿O no? En principio sí. Pero te la van poniendo de a poquito y en un par de meses nos parecerá normal y lo harán ver normal. Porque manejan muchos y variados medios de comunicación.

El “Vatayón militante” nos parece una locura, lo disfrazan de “reinserción social”. A mí me suena más a Isidoro Gomez. Aquel joven violador y asesino de la película “El secreto de sus ojos” que tras una larga investigación, logran meter en cana; pero, de la noche a la mañana, este criminal obtiene la libertad y un cargo importante en el gobierno. Por supuesto, que lo primero que hace al salir es ir a buscar venganza de sus captores. No vaya a ser que algo así ocurra ahora.

Pero claro, ese era un gobierno militar que nada, absolutamente nada tiene que ver con este.

martes, 14 de agosto de 2012

Banda de sonido de la revolución


Como vengo anunciando; se viene algo groso, violeto y feo por estos pagos. La sociedad está muy polarizada y los que no queremos casarnos con una u otra postura somos demonizados por ambos extremistas.
En algún momento esta tensa calma terminará y una boludez mínima será la gota que colme el vaso y ¡Zas! Todo al carajo.
Para cuando llegue ese momento, hay que estar preparado.
No con armas, sino con música acorde.
Así que cuando todo esté por explotar, bajate este playlist, ordena las canciones como en este post, clavate los auriculares y todos a la calle.

Lo primero que hay que tener en mente es que la revolución no se televisará.

 Y aunque todo esté tranquilo acordate que la revolución está en vos.

Y que así como estamos, no hay futuro.

Es momento de despertar a la realidad.

Dejemos de pelarnos entre nosotros.

Todos juntos podemos enfrentarlos.

Todos tenemos que salir; los mas viejitos.

Los no tanto.

Y también los jóvenes.

 Ellos querrán intimidarnos con sus armas, pero nosotros somos más.

Para ellos solo somos cucarachas drogadas quejándose.

Y no se dan cuenta que se viene el estallido.

Porque somos laburantes.

Gente normal que apechuga hasta que explota.
Y llegado cierto punto ya no queremos escuchar razones.

Y todo te parece una mierda.

Y ya no habrá vuelta atrás.

Lo único que harás será prender fuego todo.

Y la locura tocará a la puerta.

Llegado este punto ni siquiera estas ideas te parecerán tan descabelladas.

Aunque alguien más cuerdo lo diría de esta forma...

En este momento de caos, habra heroes y mártires.

Y un buen rato de sin sentido y violencia extrema.



Para luego tener un final épico.

Y un nuevo comienzo.

En el que no hay que dejarse convencer por falsos nuevos profetas. Hay que estar atentos e ir por más. Por un mundo son fronteras, sin clases y sin abusos.
Para amenizar esta entrada recomiendo ver las 3 Zeitgeists y V de Venganza

martes, 7 de agosto de 2012

Oda antipática


Seamos sinceros, la gente simpática es falsa.
Eso que en ingles llaman "polite" es el summum de la falsedad.
Vayamos por partes, uno entra a un negocio y te atienden sin ganas o con cara de orto, como cliente no te sentís bienvenido, no comprás o comprás menos y no volvés más. La sonrisa y la predisposición del vendedor es una estrategia de venta, es marketing. La supervivencia y el crecimiento del negocio depende de la atención en un alto porcentaje. Yo como cliente se que esa simpatía es por esa razón, lo acepto y lo entiendo. La antipatía me caería mal en ese caso. Pero la exageración, mucho más, porque velaría esa falsedad más allá de lo soportable. "Hagamos esta transacción rápido y sigamos con lo nuestro, señor comerciante".
¿Cual es la función de la simpatía en las relaciones laborales, por ejemplo? No crear tensiones innecesarias entre los trabajadores, que éste o aquel no te miren mal. Que aquellos otros no crean que sos un amargo, etc.
Al pedo. "Mañana es mi cumpleaños, vamos a comer unas pizzas a la salida ¿Venís?"; "No". Listo, sin explicaciones ni excusas, ni "no puedo porque... ...justo tengo que...".
Va a caer mal tu respuesta, te van a mirar raro un tiempo y posiblemente no te inviten más, buenísimo, ya no tendrás que negarte.
En cambio, con la gente que realmente te llevás, salís cuando quieras y sino podés lo entenderán, no tenés ganas y listo.
Lo mismo con la chupamediés (?). Esos que se hacen los simpáticos con el jefe. Lo único que le importa al tipo es que las cuentas den positivo. No le importa nada, pero nada, más.
La función de la simpatía es NO DECIR LA VERDAD. El simpático miente. Te dice "Bueno, vemos, me encantaría" cuando lo que quiere decir es "no voy ni en pedo, no te banco".
La antipatía está mal vista porque ofende a primera vista. La gente prefiere que le mientan a sentirse poco querida.
Yo banco al extremista, "¿Venís?" "Con vos, ni en pedo". Listo. Ni yo me animo a tanto, y eso que soy conocido en este rubro de la mala onda. Pero así hay que hacer.
La simpatía se dedica a llenar de palabras dulces frases interminables, para llegar al mismo punto de no juntarse con cierta gente. El que se pasa de simpático es peor. Porque va al encuentro para después hablar mal de todos esos con los que no se iba a juntar.
Llevo años haciendo uso de esta modalidad de la antipatía y el silencio. No me interesa quedar bien con nadie. No le miento a nadie. Soy directo y no dejo lugar a dudas.
Quizás me gane enemigos, no me importa lo que esos piensen. Soy catalogado de amargo y callado, si ¿Y? Cuando hablo es para decir las cosas directa y concisamente. Odio el barroco.
La gente que valora la sinceridad, valora esta actitud. El resto no importa.
Lo malo es que no vendo bien mi trabajo. Lo hago y listo. No ando diciendo y mostrando las bondades del producto.
Esta actitud llevó a que me lleve muy bien con mi compañero Roberto. Su frase de cabecera es "No tengo amigos en...". Y no nos consideramos amigos entre nosotros. Pero confiamos en nuestro criterio. No nos pisamos y sabemos que si el otro hizo o dijo tal cosa por algo será. No nos hacemos regalos de cumpleaños; no conocemos a la familia del otro. Vivimos tan lejos que ni en pedo nos juntamos por ahí. Y está todo bien. Los dos sabemos que no queremos hacer semejante esfuerzo. Nos vemos todos los días, apenas hablamos pero nos entendemos bárbaro. Todo por nuestra antipatía.
Porque, no se confundan, no es ser malo y aburrido. Los gustos van por otros lados. Es simplemente no crear falsas esperanzas y decir las cosas de frente.
El antipático no miente, calla hasta el momento justo, tira su linea y no hay vuelta atrás.
De chico, es más difícil esta actitud. A la hora del levante, hay que sonreir, mostrarse, venderse. El pendejo antipático, no la pone más. Ya, más grande sos intrigante, interesante... Y no les voy a mentir, no la vas a poner en muchos lados. Pero es muy probable que la pongas mejor. Que tus relaciones sean más intensas. Pero eso ya es ir muy lejos.
El antipático tiene que ser callado, porque sino destila malaonda. El que habla mucho y siempre tirando mierda no es antipático, es resentido y es peor que el simpático. Bah, como todos los extremos, es malo.
He aquí mi simpática defensa a todos esos seres callados, parcos, sin onda; que no necesitan tener una actitud "especial" o mostrar cosas que no son.
Igual, entre nosotros, aprovechando que no me lee casi nadie, todos tenemos un costadito hipster/bohemio que nos gusta explotar y así sentirnos populares en algún aspecto.