martes, 10 de julio de 2012

Futurología boquense

El último año de Boca fue muy bueno en lo deportivo. Campeón del Apertura, luchó hasta el final en el Clausura y llegó a la final de la Libertadores. De haber sido un torneo largo hubiera sido campeón varias fechas antes. Todavía, le queda la final de esa pelotudez llamada Copa Penales Argentina.
Pero internamente todo estaba sostenido por alfileres. El clima del vestuario, por lo que se ve, nunca fue bueno.
¿Pero por qué nos guiamos para elegir culpables? Por la prensa (Olé), o por un primo que tiene un amigo que conoce a uno de "la 12" que es muy allegado a un dirigente...
Así que la objetividad está vedada. Leamos entre lineas.
Desde que Falcioni llegó a Boca, Riquelme tuvo el enemigo que siempre necesita adentro de un grupo. En ese momento todavía estaba Palermo para cumplir ese rol; y cuando se fue, salimos campeones y todos pensamos que el vestuario era un bosque feliz con flores y arco iris. Pero, Román no puede sentirse lider sino tiene un némesis en el equipo. Y entonces, todas sus diferencias con el técnico empezaron a salir a la luz. Si a eso le sumamos, un nuevo presidente del club, que no lo quiere a Román y salió a apoyar al técnico, algo se iba a romper tarde o temprano.
En el primer partido por la copa apareció el primer quilombo groso. Renuncia de Falcioni en el avión, arrepentimiento al llegar acá.
Cuando pasan esas cosas, yo creo que lo mejor es que no haya vuelta atrás. Nada puede salir bien después de algo así. Se llegó a la final y todo; pero más que nada por un Román imparable.
Ahora fue Riquelme el que renunció, lo hizo puertas adentro pero nadie salió a tratar de convencerlo de que se quede, ningún dirigente; apenás terminó el partido con Corinthians lo anunció frente a todas las cámaras. Román sabe lo que produce cada declaración rimbombante suya. Sabe que Mariano Closs  los periodistas sedientos de popularidad iban a llorar y patalear y... culpar a Falcioni y a los dirigentes.
Los jugadores salieron a bancarlo, al menos en los medios, y a pedirle que no se vaya. Puertas adentro es difícil saber lo que pasa de verdad, debe haber jugadores que ahora saben que tendrán más chances, y jugadores que saben que cagaron fuego no juegan más. Román tiene su grupo de amigos por los que se la juega en serio, pero los demás son mierda para él. No le interesa si juegan bien o mal. Si son amigos de él tienen que estar en la cancha, sino que vayan al banco.
Lo amo a Román, me dio muchas alegrías y su futbol exquísito me ha hecho llorar. Pero este anuncio horas antes del partido fue un error tremendo; porque la salud mental del equipo era la salud mental de JRR. Hecho ese anunció se vio un Riquelme impreciso y un equipo sin alma.
Román dijo que no podía darle más a Boca, que no podía estar al 50%. Y para mí, con eso quiso decir que no puede compartir su reinado con Falcioni. Necesita el 100% de coincidencia con el que esté en el banco. Por lo tanto tiene que ser alguien de su grupo de amigos el técnico del equipo.

Dicho todo esto lo que va a pasar, para mí, es lo siguiente: los próximos 6 meses de Boca van a ser pésimos deportivamente. Falcioni termina su contrato a fin de año, o se va un rato antes, la gente clama por el regreso del 10, los dirigentes no soportan la presión de la 12. Llaman a Román, traen un técnico con un perfil totalmente contrario al del técnico saliente (típico de toda la dirigencia del fútbol argentino), vuelven un montón de jugadores que ahora se van a préstamo (amigos del 10), Román demuestra porque lo amamos, nos va bien o muy bien, quizas ganamos otros campeonatos, otra Libertadores...
Habrá que ver que enemigo crea él adentro del vestuario para poder gobernar.

Anoten la fecha de este post. En diciembre lo charlamos. Y en marzo de vuelta y en un año otra vez.

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