El futbol es de los clubes

Nos morimos por ganar un mundial.
De chicos siempre nos mostraron que ponerse la celeste y blanca era todo, lo más grande que podía pasarle a un jugador e incluso a cualquier ser humano.
La gloria máxima era imaginarse haciéndole un gol a Brasil o a Inglaterra en la final de un mundial.
Después vino el cable, los canales de deportes, los partidos de las ligas europeas en vivo cada fin de semana en tu tele.
Empezamos a ver con nuestros propios ojos que allá era muy distinto.
Los más viejos, los del tablón empezaron con eso de que allá son muy fríos, que no ponen la patita. Que estos jugadores de hoy solo les importa la plata y otros argumentos más centrados en la nostalgia que en la realidad.
Lo cierto es que allá son profesionales de verdad. Los clubes hacen lo mejor posible para que cada jugador rinda al máximo. Tanto física y tácticamente como psicológicamente.
La mentalidad argentina de que no sienten la camiseta, lamentablemente es una de las razones del futbol tan feo que se ve en nuestras canchas. Porque eso mismo es lo que le pide el dirigente corrupto clásico de nuestros clubes nacionales a los jóvenes proyectos de las inferiores, que jueguen por la camiseta, a un pibe que cuenta las monedas para tomarse el bondi para ir a entrenar. Entonces que pasa? viene Don Inter con un par de euros y se lo lleva a Milán. Le da las comodidades mínimas y a veces más y el pibe agradecido con el club que lo salvó pone lo mejor de sí para llegar a lo más alto.
Yo también enloquezco con los mundiales, mido mi vida en mundiales. Pero, ahora que salió a la luz ya sin dudas la corruptela inmunda de los gordos de de la FIFA, entiendo más a los clubes que piden que no les saquen jugadores.
A mí, a vos, a mi papá que de chicos solo veíamos a Boca, a River, a Independiente y era algo increíble enfrentar a algún equipo brasileño nos cuesta fanatizarnos con el futbol europeo. Pero a los nenes que veo en la plaza pateando una pelota con la 10 del Barcelona no le importa que Messi no haya jugado nunca en un equipo argentino. Lo adoran y se identifican así como es y juegue donde juegue. Lo tienen cada fin de semana en su televisor y cada vez que quieran en la play. Y no se mortifican porque nunca ganó un mundial y no se preguntan si Maradona o Pelé fueron mejores. Lo disfrutan y listo, y si se pone la camiseta argentina lo disfrutarán más aún porque lo sentirán más cerca.
Además no tengo duda que muchos de esos chicos, si le preguntás de que cuadros son te dirán "de Boca y del Barça" sin problemas. Pueden gritar los goles de Riquelme y los de Villa sin ponerse colorados.
Ante la mirada furibunda de viejos carcamanes que siguen escuchando los partidos por Radio Rivadavia.
Ya no se necesita que juegue la selección para disfrutar de jugadores extranjeros que son furor en Europa. Prendés la tele y están ahí. Ya no se necesitan mundiales par verlos a todos juntos, solo hace falta hacer zapping.
Amo los mundiales y quiero darle la vuelta olímpica a Brasil en la cara en 2014, pero ya no son lo que eran. El futbol es de los clubes y cada vez más. Y está buenísimo que sea así.
Aguante Boca y el Liverpool.