martes, 7 de agosto de 2012

Oda antipática


Seamos sinceros, la gente simpática es falsa.
Eso que en ingles llaman "polite" es el summum de la falsedad.
Vayamos por partes, uno entra a un negocio y te atienden sin ganas o con cara de orto, como cliente no te sentís bienvenido, no comprás o comprás menos y no volvés más. La sonrisa y la predisposición del vendedor es una estrategia de venta, es marketing. La supervivencia y el crecimiento del negocio depende de la atención en un alto porcentaje. Yo como cliente se que esa simpatía es por esa razón, lo acepto y lo entiendo. La antipatía me caería mal en ese caso. Pero la exageración, mucho más, porque velaría esa falsedad más allá de lo soportable. "Hagamos esta transacción rápido y sigamos con lo nuestro, señor comerciante".
¿Cual es la función de la simpatía en las relaciones laborales, por ejemplo? No crear tensiones innecesarias entre los trabajadores, que éste o aquel no te miren mal. Que aquellos otros no crean que sos un amargo, etc.
Al pedo. "Mañana es mi cumpleaños, vamos a comer unas pizzas a la salida ¿Venís?"; "No". Listo, sin explicaciones ni excusas, ni "no puedo porque... ...justo tengo que...".
Va a caer mal tu respuesta, te van a mirar raro un tiempo y posiblemente no te inviten más, buenísimo, ya no tendrás que negarte.
En cambio, con la gente que realmente te llevás, salís cuando quieras y sino podés lo entenderán, no tenés ganas y listo.
Lo mismo con la chupamediés (?). Esos que se hacen los simpáticos con el jefe. Lo único que le importa al tipo es que las cuentas den positivo. No le importa nada, pero nada, más.
La función de la simpatía es NO DECIR LA VERDAD. El simpático miente. Te dice "Bueno, vemos, me encantaría" cuando lo que quiere decir es "no voy ni en pedo, no te banco".
La antipatía está mal vista porque ofende a primera vista. La gente prefiere que le mientan a sentirse poco querida.
Yo banco al extremista, "¿Venís?" "Con vos, ni en pedo". Listo. Ni yo me animo a tanto, y eso que soy conocido en este rubro de la mala onda. Pero así hay que hacer.
La simpatía se dedica a llenar de palabras dulces frases interminables, para llegar al mismo punto de no juntarse con cierta gente. El que se pasa de simpático es peor. Porque va al encuentro para después hablar mal de todos esos con los que no se iba a juntar.
Llevo años haciendo uso de esta modalidad de la antipatía y el silencio. No me interesa quedar bien con nadie. No le miento a nadie. Soy directo y no dejo lugar a dudas.
Quizás me gane enemigos, no me importa lo que esos piensen. Soy catalogado de amargo y callado, si ¿Y? Cuando hablo es para decir las cosas directa y concisamente. Odio el barroco.
La gente que valora la sinceridad, valora esta actitud. El resto no importa.
Lo malo es que no vendo bien mi trabajo. Lo hago y listo. No ando diciendo y mostrando las bondades del producto.
Esta actitud llevó a que me lleve muy bien con mi compañero Roberto. Su frase de cabecera es "No tengo amigos en...". Y no nos consideramos amigos entre nosotros. Pero confiamos en nuestro criterio. No nos pisamos y sabemos que si el otro hizo o dijo tal cosa por algo será. No nos hacemos regalos de cumpleaños; no conocemos a la familia del otro. Vivimos tan lejos que ni en pedo nos juntamos por ahí. Y está todo bien. Los dos sabemos que no queremos hacer semejante esfuerzo. Nos vemos todos los días, apenas hablamos pero nos entendemos bárbaro. Todo por nuestra antipatía.
Porque, no se confundan, no es ser malo y aburrido. Los gustos van por otros lados. Es simplemente no crear falsas esperanzas y decir las cosas de frente.
El antipático no miente, calla hasta el momento justo, tira su linea y no hay vuelta atrás.
De chico, es más difícil esta actitud. A la hora del levante, hay que sonreir, mostrarse, venderse. El pendejo antipático, no la pone más. Ya, más grande sos intrigante, interesante... Y no les voy a mentir, no la vas a poner en muchos lados. Pero es muy probable que la pongas mejor. Que tus relaciones sean más intensas. Pero eso ya es ir muy lejos.
El antipático tiene que ser callado, porque sino destila malaonda. El que habla mucho y siempre tirando mierda no es antipático, es resentido y es peor que el simpático. Bah, como todos los extremos, es malo.
He aquí mi simpática defensa a todos esos seres callados, parcos, sin onda; que no necesitan tener una actitud "especial" o mostrar cosas que no son.
Igual, entre nosotros, aprovechando que no me lee casi nadie, todos tenemos un costadito hipster/bohemio que nos gusta explotar y así sentirnos populares en algún aspecto.

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