martes, 19 de junio de 2012

Metabolismo


El Movimiento Metabolista es una corriente arquitectónica contemporánea conformada por un grupo de arquitectos japoneses y urbanistas unidos bajo el nombre de "los Metabolistas".

Fue fundado en 1959. Tenían una idea de la ciudad del futuro habitada por una sociedad masificada, caracterizada por grandes escalas, estructuras flexibles y extensibles con un crecimiento similar al orgánico. Fueron influidos por las ideas y dibujos de Archigram (grupo arquitectónico de vanguardia creado en la década de 1960 enmarcado en el antidiseño, era futurista, antiheroico y pro-consumista, inspirándose en la tecnología con el fin de crear una nueva realidad que fuese expresada solamente a través de proyectos hipotéticos).

Según la visión de los metabolistas; las leyes tradicionales de forma y función en la arquitectura estaban obsoletas. Creían en una profunda influencia del espacio y la funcionalidad sobre la sociedad y cultura del futuro.

Algunos de los proyectos más conocidos englobados en este movimiento son la ciudad flotante en el mar, la ciudad torre de Kiyonori Kikutake, la ciudad muro, la ciudad agricultural y la Helix City.

El principal exponente de este movimiento es el arquitecto japonés Kisho Kurokawa (1934-2007) quien escribió "hay dos tradiciones inherentes a cualquier cultura: la visible y la invisible". Su trabajo, según él, lleva la tradición invisible de Japón. Mirando su arquitectura, la tradición no parece estar presente, pero por debajo de la piel dura de la superficie, su trabajo es 100% japonés.

Kisho Kurokawa. ¡Que estilo!

La arquitectura de Kurokawa se desarrolla desde la tradición ponja y uno puede detectar la esencia de esa estética. El trabajo de Kurokawa se centró en conservar las tradiciones de su país en los conceptos invisibles, especialmente materialidad, impermanencia, receptividad y detalle. Estos 4 puntos fueron discutidos específicamente por Kurokawa en su explicación para una nueva onda de la arquitectura japonesa.

Sus edificios fueron hechos tan sólo para ser desprendibles, permutables y adaptables. El concepto de la impermanencia provino de su trabajo para hacer sistemas abiertos al tiempo y espacio.

La tradición de la honradez de la materialidad está presente en el edificio de la cápsula de Kurokawa. En él, Kurokawa demostró tecnología con “ningún color artificial”. La cápsula, la unidad de la escalera móvil, la unidad del elevador, y la canalización eran todas exteriores y expuestas. Kurokawa tenía estructuras abiertas enseñadas tal y como eran sin tentativa de ocultar los elementos de los conectadores, creyendo que la belleza era inherente en cada parte por sí misma.
la arquitectura de Kurokawa tiene detalles cuidadosos de conexiones y de finales. Kurokawa dijo, “esta atención al detalle es también una llave importante para entender mi propia arquitectura. La creencia en la importancia de los detalles también sugiere una nueva jerarquía”.

Tal vez el edificio más emblemático de la corriente metabolista sea el Nakagin Capsule Tower, diseñado por Kisho Kurokawa en 1970 y construido en apenas un año. El Nakagin fue el primer edificio de su clase en el mundo e influyó notablemente en la arquitectura de los Capsule-hotels, muy frecuentes en todo Japón. Sin embargo, su falta de mantenimiento y su obsolescencia ha causado un ardiente debate entre quienes quieren preservar este icono del paisaje urbano y entre los que quieren derribarlo para construir una nueva torre para sus ocupantes.


Nakagin Capsule Tower se encuentra en Ginza, una zona comercial en el corazón de Tokio. Cabe señalar que en estas zonas el precio del terreno es carísimo, y excede largamente el precio del edificio en sí (a veces hasta el 90% del precio total).

El proyecto de Kurokawa era un poco más ambicioso del que en realidad se construyó, ya que constaba de dos torres en las que se disponían viviendas mínimas en forma de cápsula y que podrían ir creciendo orgánicamente de acuerdo a las necesidades futuras, de acuerdo a uno de los principios del Metabolismo.

Los edificios constaban de dos componentes: una megaestructura de concreto armado que contiene los ascensores y escaleras, con puentes que la interconectan a otros edificios, y las cápsulas, que se anclarían a la estructura en sólo 4 puntos para facilitar su reemplazo cada 25 años.


Cada cápsula mide 2.3 x 3.8 x 2.1 m y eran construidas con paneles livianos de acero (los mismos que se usan en contenedores de barcos de carga). Las unidades eran prefabricadas y luego montadas in situ.

En sus 14 pisos la torre alberga 144 unidades y están dispuestas de manera aleatoria para enfatizar su carácter desmontable.


Las cabinas estaban diseñadas para acomodar individuos, pero podían articularse entre sí para alojar familias. Además de mobiliario incluían un sistema empotrado de audio, televisión y teléfono, con todas las comodidades de la época.


Luego de ser construida la Torre Nakagin recibió elogios a nivel nacional y mucho interés a nivel internacional, ya que fue el primer edificio de este tipo que se construyó en el mundo. Kurokawa pensaba que este sería el inicio de una nueva época en la arquitectura. Sin embargo, con el advenimiento de nuevas ideas, particularmente el postmodernismo, las ideas del metabolismo rápidamente perdieron vigencia.

DoCoMoMo, la organización internacional para la documentación y preservación de la arquitectura moderna ha declarado a este edificio como patrimonio arquitectónico y ha realizado infructuosos esfuerzos en nominar esta torre al Comité del Patrimonio Mundial para su consideración, dado que es uno de los más innovativos experimentos constructivos de la post guerra. Muchas instituciones, incluyendo la Sociedad de Arquitectos de Japón aboga por su restauración y preservación.


A pesar de que estas unidades se pensaron como reemplazables, no han sido cambiadas en 40 años, por lo que se puede apreciar un visible deterioro. Además de una no muy bienvenida fauna que se aloja en los resquicios de las cápsulas, existen filtraciones en las instalaciones de agua y desagüe y contaminación por contener partes de asbesto, por lo que este edificio está programado para su demolición. Eso sin contar con que el área de las cápsulas es minúscula, en comparación a la de los edificios vecinos. El equipamiento de audio y televisión vanguardista en su época ha devenido en obsoleto.

En este video, pueden ver al mismísimo Kurokawa defendiendo su obra

Y en este otro a defensores y detractores de la casi segura demolición del edificio:


Si quieren leer más sobre el metabolismo y la arquitectura de las cápsulas, esta publicación contiene lo más importante:

En lo que a mí respecta, me gusta el estilo ultramoderno en la arquitectura. Si fuera un millonario excéntrico viviría en una casa inteligente, medio espacial y con un diseño laaaaaco.

Lo de la torre de cápsulas fue una buena idea pero el mundo giro para otro lado y eso quedó perdido en el tiempo. Estaria bueno que el edificio no sea demolido como homenaje a este movimiento y a este arquitecto (capaz que si viviera en la zona no me importaría un joraca y querría que lo derrumben cuanto antes). Igual, con lo que sale el metro cuadrado en Tokio y con la cantidad de gente que tienen que meter en algún lado, mal te veo querido...

Fuentes

No hay comentarios.: