Todos los lunes solemos quejarnos de la violencia en el futbol; "¿Como puede ser?", "¡Que barbaridad!", "¡Hay que matarlos a todos!", es lo que más se escucha en estos casos. Los que llevan el ejercicio mental un poco más allá dicen "Esto es una problemática social". Al oir esto, todos asentimos como si fuera un gran descubrimiento.
Pero... ¿Y las soluciones? Para el gobierno parece ser poner más policía allí donde se cree que va a haber quilombo. Para la oposición lo que hay que hacer es tratar el tema de fondo (?), educar a la gente, combatir la desigualdad social, bla bla bla.
Muchachos, el verdadero cambio está dentro de uno mismo.
Siempre esperamos que el gobierno haga, que el gobierno evite, que el gobierno me de, que el otro me deje pasar en la esquina, que el otro no pase con el semáforo en rojo o en amarillo, que los otros se banquen perder un partido, que los otros no nos provoquen, que los demás piensen igual que yo.
¿Y yo? Me siento a esperar que el mundo cambie a mi favor.
Quizas mientras lees esto, pensás que soy un boludo o que digo lo obvio pero no hago nada para cambiarlo; entonces me estás dando la razón. En cambio, si te parece coherente, podrías intentar algunos ejercicios simples que solo requieren un poco de inteligencia, y tolerancia.
La próxima vez que alguien opine distinto a vos, no le digas que es un pelotudo y que no entiende nada. Cuando tu equipo pierda no vayas a buscar al de la tribuna de enfrente para matarlo porque su equio es mejor que el tuyo. O cuando vos estés jugando y pierdas, no salgas a pegarle a los rivales y a buscar pelea para descargar tu ira, ni te vayas puteando a tus compañeros porque no son tan buenos como vos en los deportes; es un equipo, es un juego, nada grave, corrieron, se divirtieron y quizas el siguiente partido ganen. Y la próxima vez que corte el semáforo, no cruces el auto/camión/colectivo en la bocacalle (si pensás un poco, te das cuenta que no ganás ni 10 segundos); esperá, respetá, el otro puede estar tan apurado como vos o más.
Y si te putean, no contestes o pedí perdón (está bueno hacer eso porque el otro siempre busca pelear y si hacés eso lo descolocás, quedás bien y evitás un mal momento) y todo pasará más rápido sin sulfurarse ni gritar.
Si terminamos con el "sálvese quien pueda" y empezamos a pensar en lo que es mejor para todos, el mundo será nuestro.
Pero... ¿Y las soluciones? Para el gobierno parece ser poner más policía allí donde se cree que va a haber quilombo. Para la oposición lo que hay que hacer es tratar el tema de fondo (?), educar a la gente, combatir la desigualdad social, bla bla bla.
Muchachos, el verdadero cambio está dentro de uno mismo.
Siempre esperamos que el gobierno haga, que el gobierno evite, que el gobierno me de, que el otro me deje pasar en la esquina, que el otro no pase con el semáforo en rojo o en amarillo, que los otros se banquen perder un partido, que los otros no nos provoquen, que los demás piensen igual que yo.
¿Y yo? Me siento a esperar que el mundo cambie a mi favor.
Quizas mientras lees esto, pensás que soy un boludo o que digo lo obvio pero no hago nada para cambiarlo; entonces me estás dando la razón. En cambio, si te parece coherente, podrías intentar algunos ejercicios simples que solo requieren un poco de inteligencia, y tolerancia.
La próxima vez que alguien opine distinto a vos, no le digas que es un pelotudo y que no entiende nada. Cuando tu equipo pierda no vayas a buscar al de la tribuna de enfrente para matarlo porque su equio es mejor que el tuyo. O cuando vos estés jugando y pierdas, no salgas a pegarle a los rivales y a buscar pelea para descargar tu ira, ni te vayas puteando a tus compañeros porque no son tan buenos como vos en los deportes; es un equipo, es un juego, nada grave, corrieron, se divirtieron y quizas el siguiente partido ganen. Y la próxima vez que corte el semáforo, no cruces el auto/camión/colectivo en la bocacalle (si pensás un poco, te das cuenta que no ganás ni 10 segundos); esperá, respetá, el otro puede estar tan apurado como vos o más.
Y si te putean, no contestes o pedí perdón (está bueno hacer eso porque el otro siempre busca pelear y si hacés eso lo descolocás, quedás bien y evitás un mal momento) y todo pasará más rápido sin sulfurarse ni gritar.
Si terminamos con el "sálvese quien pueda" y empezamos a pensar en lo que es mejor para todos, el mundo será nuestro.
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