El otro día mientras no me podía dormir me puse a pensar en el momento más feliz. Traté de buscar lejos, en la infancia y encontré que las vacaciones en Mardel eran excelentes: futbol en la playa, Mar, futbol en el baldío de mitad de cuadra de la casa de Rodrigo; que feliz era y soy con una pelota.
Pero seguí pensando y me acerqué más y más al presente. De hecho, en lo general, hace un par de años que estoy muy bien y mi ying-yang interno está estable.
Entonces, como seguía sin poder dormir me puse a especificar en mi mente. Las vacaciones con Carla siempre están buenas. Son divertidas, apasionadas y tranquilas a la vez. Es dificil igualar unas vacaciones en Cancún como las del año pasado.
"Mas especificidad" me dijo el insomnio. "Esos 3 días en Cozumel" le contesté.
"Dame Más" me dijo con tono desafiante; pensé unos instantes y le contesté: La seguda noche. Salimos de la pileta, nos bañamos, filmé el atardecer en el mar, nos fuimos a recorrer el centro, comimos por ahí, volvimos al hotel, jugamos al pool en el Lobby, nos sacamos esa foto gracias a una señora estadounidense y nos fuimos a la enorme habitación con esa enorme cama.
Lo que me gusta de esto es que no fue hace mucho y no tengo que andar añorando "mis años mozos" para no morir de triteza.
Te quiero amor.
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